
A la mañana siguiente Uruha despertó algo confuso, no recordaba el momento en que se quedó dormido; Nao estaba mirando por una ventana que daba a un bosque…
- Tu… simplemente no duermes
- - ríe – ¿acaso no me creías?
- No pensé que fuera tan cierto
- Me gusta ver el transcurso del anochecer y amanecer… es hermoso
- Nunca lo he visto
- Algún día me acompañarás a verlo ¿si?
- Claro sería un placer
- Bueno tengo algo que hacer, puedes quedarte y tomar lo que quieras o irte… ah! Y si deseas quedarte esta noche, también puedes hacerlo
- Gra... gracias
Nao mostró una amable sonrisa y se retiró de allí; Uruha comenzó a mirar la habitación, era realmente enorme, tenía cosas que a nadie se le era permitido poseer allí… licores, la cama era gigantesca, no habían rejas por ningún lado, era extraño… sinceramente misterioso
Shima volvió a su celda, donde estaba Koichi dormido, para sorpresa del mayor, estaba recostado en la cama de Uruha. El guardia detuvo a Uruha antes de entrar
- Uruha!
- Eh?
- Cuando quieras salir de aquí para ir donde Nao, avísame
- Como es que te convence?
- Da igual, no hagas preguntas, ahora entra a tu celda
- Claro…
Uruha se quedó mirando la tranquila figura de Koichi
- (realmente estaré junto a ti?)
Comenzó a acariciar el blanco rostro del pequeño
- (eres tan lindo, pero… hay algo… algo que no me deja quererte)
“Algo”, así era como ahora describía a Ayame, es decir, después de tanto tiempo y con las cosas que dentro de la prisión ocurrían, estaba olvidando el motivo de porque no estaba junto a Koichi, ¿qué es lo que no quería volver a pasar?
- (y si tal vez…)
Empezó a delinear las facciones de Koichi con la punta de sus dedos, acercando el rostro del menor hasta besarlo, beso que despertó a Koichi
- Eh? – sonrojado –
- Perdón por lo de ayer no hay excusa, si siento algo por ti, pero no quiero hacerte mal
- qué fue,... qué fue lo que pasó para que estés así ahora?
- No lo sé, solo sé que no quiero más
- Entonces olvidémoslo juntos, déjame ayudarte a sentirte bien
- Yo…
- No lo pienses y actúa como sientes que es lo que quieres
- Como siento…
- Se egoísta, y desea algo… yo lo cumpliré para ti
- Koichi… y si algo malo pasa?
- - lo abraza – no importa el que pase, es el hoy el que debemos disfrutar, otro día pensaremos en el mañana
- Koichi… yo…
Antes de pode decir algo más, Koichi lo besó, esto duró más tiempo, pues Shima respondió a éste jugando con su lengua contra la del menor, intentando conocer aquella cavidad de ambos
- - sonrojado – no me haré responsable si sufres
- Ok –ríe –
Uruha comenzaba algo nuevo, dejando todo pasado atrás
A pesar de las desilusiones de ambos, se empezaban a mantener bastante cerca; ahora Nao era como un confidente para Uruha y Cecir solo era una migo cercano. Pasó un año y otro más, Ayame entonces era nada más que solo una nube en el cielo de Shima, pero nadie dice que esa nube no se transformaría en niebla
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