Era un día que parecía uno de esos sueños dentro del delirio, recorriendo el pueblo que nos había hecho conocernos. Vimos casas a la venta y una en particular enamoró la vista de Kai. Era una casa de dos pisos, de un lindo color damasco, con una puerta de madera oscura, las ventanas tenían un diseño muy lindo, terminadas en semicírculo en su parte superior, en fin a ambos nos gustó mucho.
Después de tanto pasear fuimos a comer a un sitio bastante tranquilo, de acogedor diseño en su interior, paredes color rojo con cuadros de personas importantes del pueblo.
- Nee Nori
Lo miré con expresión de pregunta y solo recibí un tierno beso de su parte; quedé sorprendido ante ese ingenuo acto tan dulce… pensaba en que Kai era la persona más impredecible que había conocido en mi vida y mediante esa encantadora manera de actuar me atrapaba en redes hechas de un hilo suave que te llenaba de sensaciones placenteras y a su vez estás sensaciones producían la felicidad más sincera.
Después de tanto pasear volvimos al lugar donde nos hospedábamos, había sido un día perfecto. Vi a Kai estirado sobre la cama y me recosté a su lado, creo que por primera vez mi cuerpo pedía el roce del suyo, pero quería abstenerme a hacerle algo… aun así creí que besarlo no era algo malo y lo hice poniendo mi cuerpo sobre el suyo, pero él puso sus brazos alrededor de mi cuello y el beso se volvía cada vez más intento. La verdad no lo aguantaba y comencé a bajar por su cuello oía la profunda y rápida respiración de Kai y amaba escucharlo, pero su cuerpo se tensaba… y me detuve…
- Lo siento
- Ah… no… Nori…
- Está bien… no quiero que te sientas incómodo y… tenemos muchos años para…
- Nori!...
Lo miré impresionado ante el tono de voz incrementado
- Quiero – prosiguió después de una larga pausa – quiero hacerlo – dijo nervioso, ruborizado y cabizbajo –
Esas palabras fueron suficientes para mí y aquel deseoso acto de poder tenerlo por completo conmigo, sin embargo no era mi intención inquietarlo, debía ser cuidadoso… muy delicado con Kai, para mi él siempre ha sido como un frágil muñeco de porcelana que si no es cuidado como se debe podría tener un final trágico e indeseable. En fin, mi boca era como una extensión de la suya mientras nos besábamos y luego su cuello, tan terso, completamente suave… tomé su polera desde la parte inferior y comencé a levantarla para que se desligara de ella, cuando por fin lo hizo su pecho corría la misma suerte que su cuello, siendo recorrida por mi boca, mi lengua, mi respiración; aquellos bultitos rosados en su pecho llamaban mi atención y atraían mi boca de manera formidable; pero no me bastaba solo con eso, Kai comenzó a desprenderme también de mi camisa, cuando lo hizo, yo seguía descendiendo hasta encontrarme con una extremidad notablemente excitada, la cual dejé salir de ese molesto pantalón. Al estar así con Kai solo pensaba que él era como una obra creada por los dioses… tan perfecto, cada parte de su cuerpo tan delicadamente bien formada, como pulidas mediante un molde único y admirable.
Me preguntaba sí yo realmente era digno de hallarme frente a una persona así, mi vida había sido un asco en todos los sentidos y aun así como recompensa se me permitía estar junto a la persona más magnífica del planeta.
En fin, me deshice de prendas inferiores en mi cuerpo, estando en la misma condición que Kai. Traté el cuerpo de Kai con delicadeza, sobre todo al momento de poseer su entrada, él abría un poco sus piernas para ayudar; era realmente increíble, jamás en mi vida me había sentido tan complacido ante este acto. Sonidos de producto de nuestro placer hacían eco en la habitación. Entrar y salir de su interior cada vez más rápido hacía que el volumen de Kai se incrementara y la verdad me gustaba escucharle, no podía detenerme y después de un rato sentí que algo corría; sí, algo que venía de mí, ya estaba en el interior de Kai buscando una salida. Retiré mi miembro de su interior con delicadeza, me quedé mirando su ruborizado rostro, era tan hermoso. De pronto ocultó su cara entre sus manos, estaba avergonzado, me parecía tan adorable… que entre llantos solo pude abrazarlo
- ¿Nori? – sorprendido –
- No sé… - me costaba mantener la voz firme – no sé qué haría sin ti Kai, eres lo más importante para mí
- Nori… - suspira después de una larga pausa – ¿sabes?, aunque no nos hallamos visto después de tantos años, solo demuestra que nada es obstáculo para nosotros, nada!
- Realmente… te amo…
Al decir esas palabras, Kai cruzó sus brazos rápidamente alrededor de mi cuello, sentí que gotas rociaban mi piel y su tierna voz se hizo escuchar…
- También te amo Nori…
A pesar de ese hermoso lazo que nos unía y nuestro convencimiento de que nada en el mundo podía hacerlo, hay cosas inexplicables en el mundo que te elevan en una nube de inmensa felicidad y en cuanto estás en lo más alto… te deja caer.
FuLl MoViEs
MoViEs To mOvIeS
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