Por un momento, creí que mi corazón se rompería tras oírle de una forma tan afligida, así que lo abracé y me lo llevé de allí. Tenía la impresión de que Jin era esa clase de persona que solían sentirse solos constantemente, una de esas personas que no confían en persona alguna. Contra ello, ambos nos habías dado cuenta que podíamos confiar el uno en el otro.
Estábamos cerca de la piscina del crucero, él se mantenía cabizbajo.
- ¿Pasó algo grave? –Pregunté tras largos minutos de silencio –
- No es nada, es sólo que… a veces no la aguanto. No sé qué hacer. Mi padre espera que me case con ella. – murmuró aun con la cabeza agacha. Yo estaba sorprendido y no era capaz de articular palabra alguna – Mi padre me llamó y expresó sus deseos. No sé si sea bueno, ocasionalmente creo que ella no es honesta conmigo
- ¿Por qué dices eso? –Pregunté sin mucho ánimo –
- Tiempo atrás, ella me dejó. Estuve solo mucho tiempo pero, extrañamente, un día volvió. Completamente cercana a mi padre, hablando mucho sobre dinero con él – Balbució algo enojado. Me quedé en silencio – No soy un juguete – exclamó pareciendo contener una gran rabia –
- No Jin, no lo eres… no eres un juguete – Susurré abrazándolo. Estuve así, conteniéndolo, tanto tiempo que era capaz de imaginar una vida entera con él.
De improviso, Jin movió su cabeza para mirarme fijamente y, fue precisamente en ese instante, que ya no pude aguantarlo más. Acerqué lentamente mi rostro hacia el suyo, él se mantenía algo perplejo y aprovechando aquello, lo besé. Sentí la suavidad de sus labios y, Jin correspondió el beso por unos segundos. Tras ese corto tiempo, él alejó su cuerpo. Estaba por completo sonrojado y sorprendido.
- No es nada, es sólo que… a veces no la aguanto. No sé qué hacer. Mi padre espera que me case con ella. – murmuró aun con la cabeza agacha. Yo estaba sorprendido y no era capaz de articular palabra alguna – Mi padre me llamó y expresó sus deseos. No sé si sea bueno, ocasionalmente creo que ella no es honesta conmigo
- ¿Por qué dices eso? –Pregunté sin mucho ánimo –
- Tiempo atrás, ella me dejó. Estuve solo mucho tiempo pero, extrañamente, un día volvió. Completamente cercana a mi padre, hablando mucho sobre dinero con él – Balbució algo enojado. Me quedé en silencio – No soy un juguete – exclamó pareciendo contener una gran rabia –
- No Jin, no lo eres… no eres un juguete – Susurré abrazándolo. Estuve así, conteniéndolo, tanto tiempo que era capaz de imaginar una vida entera con él.
De improviso, Jin movió su cabeza para mirarme fijamente y, fue precisamente en ese instante, que ya no pude aguantarlo más. Acerqué lentamente mi rostro hacia el suyo, él se mantenía algo perplejo y aprovechando aquello, lo besé. Sentí la suavidad de sus labios y, Jin correspondió el beso por unos segundos. Tras ese corto tiempo, él alejó su cuerpo. Estaba por completo sonrojado y sorprendido.
- ¿Qué…? ¡¿Qué haces?! – Exclamaba aun con las mejillas rojas –
- Lo siento Jin, no puedo reprimirme por más tiempo – declaré notando su expresión de asombro ante ello –
- A la persona que te referías ayer… ¿Esa persona era yo? – consultó mirándome con los ojos tan abiertos como platos. A lo que yo sólo asentí –Pero… ¡somos hombres! – Prorrumpió con nerviosismo –
- ¿Y eso qué importa? – Dije con calma - ¿Alguna vez has escuchado que, el hecho de sentir algún tipo de placer no tiene nada que ver con ser del mismo o de distinto sexo? – Mencioné mientras veía la cara de confusión del chico – Si me dices que ni siquiera te atraigo no te molestaré y seremos amigos. Pero si me dices que sólo es por ser hombres creeré que no eres más que un cobarde.
- ¡No soy un cobarde! – Exclamó fuerte con una fuerte expresión de enojo -
- ¿Entonces? – Pronuncié alzando una ceja mientras lo observaba con detención -
- Yo… no lo sé –susurró bajando la mirada, a lo que yo puse mi mano en su barbilla para alzar su rostro y acercarme nuevamente a sus labios -
- Si no me detienes –susurraba sobre sus labios – proseguiré y me dejarás claro con eso que si te gusto aunque sea un poco.
- Quizás… quizás esa sea la única forma de decírtelo – murmuró desviando la mirada, mientras sus mejillas se tornaban rojas-
- Lo siento Jin, no puedo reprimirme por más tiempo – declaré notando su expresión de asombro ante ello –
- A la persona que te referías ayer… ¿Esa persona era yo? – consultó mirándome con los ojos tan abiertos como platos. A lo que yo sólo asentí –Pero… ¡somos hombres! – Prorrumpió con nerviosismo –
- ¿Y eso qué importa? – Dije con calma - ¿Alguna vez has escuchado que, el hecho de sentir algún tipo de placer no tiene nada que ver con ser del mismo o de distinto sexo? – Mencioné mientras veía la cara de confusión del chico – Si me dices que ni siquiera te atraigo no te molestaré y seremos amigos. Pero si me dices que sólo es por ser hombres creeré que no eres más que un cobarde.
- ¡No soy un cobarde! – Exclamó fuerte con una fuerte expresión de enojo -
- ¿Entonces? – Pronuncié alzando una ceja mientras lo observaba con detención -
- Yo… no lo sé –susurró bajando la mirada, a lo que yo puse mi mano en su barbilla para alzar su rostro y acercarme nuevamente a sus labios -
- Si no me detienes –susurraba sobre sus labios – proseguiré y me dejarás claro con eso que si te gusto aunque sea un poco.
- Quizás… quizás esa sea la única forma de decírtelo – murmuró desviando la mirada, mientras sus mejillas se tornaban rojas-
Sólo fui capaz de dibujar una sonrisa en mi rostro, luego de eso, pude besarlo de nuevo. Se podía notar que él estaba nervioso y que le costaba aceptar la situación. “¡Estoy besando a un hombre!” es lo que debía estar pensando en ese momento. Por medio de un delicado y emotivo beso, destruía su orgullo y, separándonos luego, podía ver en sus ojos que no estaba arrepentido de aquel suceso.
Quería dedicar mi día a Jin, y para eso, le pedí a Jin que me acompañara a buscar a San. Al hallarlo, solamente le dije “Hazte cargo” a lo que recibí sólo una insinuadora mira de su parte.
Quería dedicar mi día a Jin, y para eso, le pedí a Jin que me acompañara a buscar a San. Al hallarlo, solamente le dije “Hazte cargo” a lo que recibí sólo una insinuadora mira de su parte.
- ¿Hazte cargo? ¿Cargo de qué? – Preguntó Jin confundido –
- No es nada, no te preocupes – le dije con una sutil sonrisa, preguntándome si estaba bien no decirle nada sobre mi cargo en ese barco pero, simplemente, preferí proseguir con mi silencio.
- No es nada, no te preocupes – le dije con una sutil sonrisa, preguntándome si estaba bien no decirle nada sobre mi cargo en ese barco pero, simplemente, preferí proseguir con mi silencio.
Después de varias horas de luego, conversación y amorosos momentos, había llegado la noche.
- Vaya que rápido pasó el día – Susurró cabizbajo, Jin – No quiero volver – Agregó algo triste -
- Entonces ven conmigo – Propuse ante su posición -
- Ir… ¿dónde?
- Tú sólo dime si quieres pasar la noche conmigo o no – Le dije recibiendo un “si quiero” de su parte. Entonces sólo le envíe mensaje a Yuuki para que arreglara bloquear una habitación vacía. Luego me llegó un mensaje en respuesta con el número de aquella, agregando que estaría sin seguro para ingresar sin problemas por no tener la llave.
- Entonces ven conmigo – Propuse ante su posición -
- Ir… ¿dónde?
- Tú sólo dime si quieres pasar la noche conmigo o no – Le dije recibiendo un “si quiero” de su parte. Entonces sólo le envíe mensaje a Yuuki para que arreglara bloquear una habitación vacía. Luego me llegó un mensaje en respuesta con el número de aquella, agregando que estaría sin seguro para ingresar sin problemas por no tener la llave.
Jin parecía totalmente confundido al verme enviar y recibir mensajes. En fin, al fin pasaría la noche con él y me cuestionaba si sería capaz de contenerme.
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