Pasaban las semanas y Taku seguía dormido, era extraño aun para los doctores, pues estaba pasando demasiado tiempo, esto preocupaba enormemente a sus amigos. Pasó un mes y Yoshi debía volver a el país en el que vivió durante 11 años, pues su madre estaba teniendo problemas de salud graves… un dolor desgarraba su pecho “mi madre y la persona que más quiero están graves”, pero por lo menos tenía el consuelo de que Jill se quedaría cuidando de Taku…
El día que debió volver, Kisaki lo acompañó como su leal escudero, sentía que apoyarlo ya que no dejó que pudiera recordar si quiera el nombre de Taku, debía remendar eso…
El tiempo pasaba, Yohi no recibía noticias de Taku “¿qué será de ti?” se preguntaba a cada instante… ero llegó el día en que su madre no aguantó más lo que le pasaba y tuvo que irse dejándolo solo, con el sólo amparo de su amigo Kisaki. Ello fue un sufrimiento sin límites, pasó tanto tiempo en su tristeza que la imagen e Taku se desvanecía de apoco, si Kisaki lo mencionaba él solamente respondía “no me hables de sufrimiento”, así era como comenzaba a denominar a Taku… un dolor más en su vida. Su vida seguía su transcurso, tenía que ser fuerte y aunque aparentaba serlo, por dentro estaba hecho polvo. Sin embargo, los meses pasaban y pudo nublar toda imagen de su amigo…
Cierto día Kisaki recibió una llamada de Jill…
- Jill?
Para él era totalmente extraño recibir aquella llamada…
- ¿quieres hablar con Yoshi?
- Iie… necesito decirte algo…
- Dime ¿Qué ocurre?
- Taku despertó hace ya algunos meses
- ¿y por qué no lo habías dicho?!!
- Hay un problema… lo que le ocurrió a uno, ahora le pasa al otro
- ¿Qué quieres decir?
- Taku no recuerda a Yoshi… no había querido llamar para no desilusionarlo, e intentado que Taku lo recuerde pero no hay caso
- Ya no importa, la madre de Yoshi falleció…
- Qué?!!
- Ya no quiere saber nada de “sufrimiento”… creo que no hay otra que… dejar que se olviden
Al momento que colgaron sus teléfonos, Jill se sentía confundido… “¿Por qué está pasando esto?”, no podía ser que esto quedara así, pero aunque intentara algo todo sería en vano, es decir, Taku no lo recordaba y Yoshi ni quería si quiera saber si Taku había despertado o no.
Con el tiempo y los momentos que comenzaban a pasar juntos Jill y Taku, a éste último lo invadía una cierta curiosidad sobre sus sentimientos… comenzaba a sentirse atraído por su amigo. Cuando caminaban como de costumbre por un pasaje para llegar a la casa de Taku… él lo detuvo e medio camino
- ¿qué pasa?
- Etto… Jill… hace algunos días quiero decirte esto…
- ¿qué cosa?
Taku puso sus dedos en los labios de Jill, rodeando su forma sutilmente. Jill por otro lado, no detenía a su amigo, estaba inmóvil… “es esto un sueño?”; de a poco el rubio se acercó sus labios pudiendo probar el dulce sabor que aguardaban a su espera…
Aun así, una inexplicable lágrima cayó por el rostro de Taku…
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