
No había nadie conmigo, aun si quería decirle a Klaha que no estaba solo, me preguntaría quien estaba allí y le tendría que contar mi encuentro con Kamijo y a él le prometí no decir nada.
- ¿a qué te refieres? - pregunté nervioso –
- Lo oí hablando con alguien
- ¿con alguien?... – dije riendo – no ¿con quién? Estoy solo aquí, ¿no lo ves?
- Sí, pero… los oí…
- ¿escuchas tras las puertas?
- No, solo pasé por fuera y lo oí hablando con alguien, me pareció extraño ya que el joven Yuuki se había ido
- Ah… pues no, yo… hablaba solo
- Solo… ah…
- Quiero estar solo…
- Sí señor…
Klaha se retiró de la habitación algo incrédulo de mis excusas. Suspiré cabizbajo, odiaba mentirle a Klaha, al fin y al cabo él en el único que siempre he confiado.
- ¿estás bien? – volví a oír su voz a mi lado –
- ¿por qué lo haces?
- ¿eh?
- ¿por qué no puedo decirle nada a Klaha?
- Porque no te creerá
- Estás muy seguro de lo que dices
- Sono – dijo sosteniendo mi barbilla con su mano derecha y mirándome fijo – si les dices quien soy, solo creerán que estás loco, incluso si yo te digo lo que soy… cuestionarás mucho de lo que estás viviendo
Me quedé mirando hacia abajo, triste. De verdad no me gustaba mentirle a Klaha, no me agradaba estar confundido, me disgustaba no entender lo que sucedía. Entonces sentí como su rostro se acercaba al mío, buscando mi mirada.
- Confía en mi… por favor
Por alguna razón cuando decía esto vi melancolía en sus ojos. “¿qué hay en tus recuerdos?” me preguntaba al verlo con sus ojos casi llorosos. Me acerqué a él y lo besé; pude verlo sorprendido ante ello.
- Confío en ti, de lo contrario… no estaría ocultando tu existencia
- Gracias Sono – dijo sonriente – de verdad quiero que sepas todo, pero… es complicado.
- Aun si lo dices ahora o después será igual de complicado, ¿no lo crees?
- Quizás tengas razón, pero de verdad no creo que sea el momento indicado
- Como tú digas – dije cabizbajo –
Él acarició mi rostro y volví a percibir uno de sus profundos y cálidos besos. Puse mis manos en su suave cabello, una enredadera de finos hilos; era algo de otro mundo poder pasear mis dedos por esas hebras.
- Sono… si esto que estás sintiendo pudiera durar siempre
- ¿Por qué dices podría?
- Cuando sepas todo… nada será igual. Cierra los ojos, al abrirlos… la confusión de nuevo te invadirá
- Eh?
- Solo ciérralos y vuelve a abrirlos
Fue como un pestañeo, solo eso bastó para ver que él ya no estaba en la habitación. No entendía nada, él era como un fantasma.
FuLl MoViEs
MoViEs To mOvIeS
XXX +24 <
コメントを投稿