
Los días siguientes eran muy parecidos, pasé más de un mes viendo a Kamijo en varias ocasiones, conociéndonos, y viviendo hermosos momentos, y desapareciendo apenas alguien más podía verlo. En reiteradas circunstancias Klaha me encontraba hablando “solo” y creo que pasando los días eso le preocupó un poco, pues se lo comunicó a mi padre, el cual me llamó a su despacho una tarde.
Llamé a la puerta y él me hizo pasar.
- Siéntate hijo – me dijo sentado tras ese enorme escritorio –
- ¿qué ocurre padre? – pregunté sentándome en una cómoda silla color rubí –
- Klaha me ha mencionado que en insistidas condiciones te ha hallado hablando solo, ¿puedes explicarme eso?
Me quedé en silencio un instante, no quería seguir mintiendo, pero tampoco quería quebrantar mi palabra. Sin embargo… si no lo hacía…
- No hablo solo padre
- ¿entonces? Porque eso es lo que le has dicho a él
- Se llama… Kamijo
Al momento de nombrarlo sentí una presión en mi pecho.
- ¿Kamijo? – decía con una expresión de duda –
- Kamijo Yuuji, cabello claro, de tez clara… él es con quien hablo
De pronto mi padre se puso de pie, se veía algo trastornado, paseándose de un lugar a otro, diciendo “eso es imposible” una y otra vez.
- ¿por qué dices que es imposible?... padre, ¿qué ocurre?
- Kamijo… eso es completamente imposible Sono!, dios te estás volviendo loco.
No podía creer que mi padre me dijera algo así y la verdad no lo comprendía mucho, es decir, debido a qué me señalaba algo como eso.
- Padre ¿qué pasa?
- Llamaré a un médico – dijo caminando hacia la puerta –
- Padre! – respondí un poco furioso –
Él se quedó atónito frente a mí. Tomé aire y volví a hablar.
- ¿puedes decirme qué pasa?
- Sono, Kamijo… no existe, te lo imaginas – dijo tomando mi rostro con sus manos –
- Eso no es cierto – respondí alejándome de él –
- Hijo, tranquilo estarás bien. Solo no debes hablar de esto con nadie. Ve a tu cuarto… tengo que solucionar algunas cosas… y luego nos mudaremos.
- ¿mudarnos? ¿por qué?
- Ve a tu cuarto Sono. Estarás bien.
Una sonrisa estólida se pintaba en su rostro, preocupado salí de allí y fui a mi habitación. Me senté en mi cama intentando entender la reacción de mi padre… ¿acaso él sabía que era Kamijo?
- ¿por qué lo hiciste?
- ¿eh?... Kamijo
Él se notaba serio, algo frustrado, se sentó frente a mí en una silla.
- Dime Sono, ¿por qué le dijiste si te dije que lo no hicieras?
- Ya no lo aguantaba. Dime Kamijo! Ya es hora, necesito entender qué ocurre, me estoy volviendo loco.
- Me temo que…
- Deja de decir que no puedo saberlo! Mi padre cree que estoy loco y de seguro Klaha también
- Sono, yo… temo que te alejes de mi si te enteras
- De todas formas papá quiere mudarse. Por favor – dije arrodillado con las palmas en mi cara, ocultando mis lágrimas – te lo ruego… Kamijo, dime qué ocurre
Sentí que una mano se posó en mi cabeza desordenando mi cabello.
- Sono-sama
Oía mientras sentía que quitaba su mano de mi cabeza para usar ambas con el fin de descubrir mi rostro lloroso. Al hacerlo, solo se encontró con mis ojos cerrados con fuerza.
- Sono-sama, déjame ver tus ojos envueltos en llanto.
Lo miré lentamente a sus ojos, su expresión de preocupación me sorprendió bastante. Puso su mano derecha en mi barbilla y cautelosamente la incliné hacía arriba y me besó. ¿Por qué amaba tanto sentir ese sublime toque? Sí, tan delicado y placentero contacto con sus labios; comenzar a sentir su lengua dentro de mi boca, acariciando toda esa cavidad, dejando que la mía hiciera lo mismo con la suya, aunque a veces ambas se encontraban colisionando la una con la otra.
Cuando nuestros labios se hallaron separados, me miró con los ojos mojados y me abrazó fuertemente.
- Te diré todo… Sono… sabrás todo y luego te irás asustado de que estas sintiendo.
- No cuentes una experiencia que no ha ocurrido y que no será parte de lo que tu sientas, sino que del mío.
FuLl MoViEs
MoViEs To mOvIeS
XXX +24 <
コメントを投稿