Los rayos del sol se sostenían sobre mi rostro dormido, abrí mis ojos lentamente y lo vi allí, ese rostro tan hermoso, sin duda no había experiencia mejor que la de poder despertar a su lado, envuelto en una sensación indescriptible al verle abrir sus ojos y quedarnos por algunos minutos mirándonos fijamente, reconociendo lo que hay en cada uno de nosotros, cada detalle, cada sin igual fragmento de nuestra esencia… Jin se convertía en esa persona que jamás quería dejar atrás… lejos de mí. Me estaba enamorando profundamente de él.
- Buen día – dijo con un volumen bajo –
- Buen día Jin, ¿cómo te sientes?
- Mucho mejor – respondió mientras yo tocaba su frente – gracias Byou
- No tienes que agradecerme, sólo discúlpame por llevarte a esto
- Hey! Yo decidí involucrarme así contigo, así que no te disculpes
- Ok, ok – le dije sonriendo –
Me senté en la cama, dejando mis piernas fuera de ésta, estaba a punto de levantarme cuando avisté que Jin sostenía mi camiseta.
- ¿qué ocurre? – le pregunté preocupado –
- Ahm… nada… - respondió soltándome y quedándose cabizbajo – no pasa nada
- Vamos Jin, dime… ¿qué pasa?
- Byou… ¿ya te has quedado antes con persona como conmigo y Kazuki?
- ¿a qué te refieres? – pregunté ladeando mi cabeza –
- Ah… bueno – decía nervioso – pues, no sé… que tal vez te llegara a gustar alguien como pasó con Kazuki o te relacionaras como…
- ¿como contigo?
- Sí, ¿alguna vez antes ocurrió?
- No, ósea… hubo ocasiones donde ellos no sabían que yo estaba allí, pero cuando estaba con persona que tuvieron la amabilidad de refugiarme, nunca llegué a tanto
- ¿tanto? ¿quieres decir que si ocurrían cosas?
- Bueno, existieron momentos donde tuve algún tipo de contacto sexual con algunos chicos, cuando me quedaba con alguna familia donde habían mujeres, no lo hacía… sus padres las cuidan mucho y yo no quería ningún tipo de “sorpresa”. Pero no fueron tantas veces, no todos eran homosexuales o les divertía hacerlo. En fin, cuando eso ocurría me iba, estaba sobrepasando los limites.
- Ya veo – dijo cabizbajo –
- Jin, sé que no es normal hacer eso e irse, pero espero que entiendas que lo hacía por su bien. Quiero decir que… si lo hiciera contigo… no me iría ya de tu lado
Jin me miró y me sonrió, eso me hizo sentir un poco más tranquilo, pero se notaba que algo no iba bien con Jin.
- ¿nos iremos hoy? – me preguntó de pronto –
- ¿eh?- atiné a decir sorprendido – ah… creo que deberías descansar por hoy
- Pero ya estoy mejor
- Quiero asegurarme de que estás bien, así que nos quedaremos por hoy. Bien… iré por algo para comer ¿quieres algo en especial?
- No, cualquier cosa está bien – dijo con un rostro risueño –
Salí de allí y debo admitirlo, por un instante pensé en dejarlo ahí e irme sin decir nada, es que de verdad no quería que nada le ocurriera, y si era yo quien lo metía en problemas me hacía sentir aun más mal, pero luego reaccionaba, no podía hacerle tal cosa a Jin… después de todo, él no era como los demás, de él me estaba enamorando en serio.
Mientras compraba me preguntaba cuando fue que comencé a sentir esta atracción por Jin, recordaba que tan mal no llevábamos en un principio, no soportaba verlo… pero recordar eso me sacaba una que otra sonrisa; quizás fue cuando pude ver que era solo un niño dolido, que aunque se hiciera el fuerte aun había una cicatriz en él; y esa sensación de mi corazón al latir de aquella forma seguía sintiéndola cada vez que estaba cerca de él, me gusta su voz, su cuerpo, su manera de mirar, de quejarse y de reír. Sí, lo sé suena cursi, pero así era.
Volví y Jin dormía, me recosté a su lado y lo veía tan calmado.
- Byou
- Oh, pensé que dormías
- Casi lo hacía, pero no te preocupes
- Traje comida, la prepararé – dije levantándome –
Mientras lavaba verduras, sentí que Jin me abrazaba por la espalda, cerré la llave del agua, me detuve de todo lo que estaba haciendo y me volteé, él cruzo sus brazos por mi cuello y me besó. La verdad me quedé algo sorprendido por ese espontaneo acto.
Me quedé mirándolo sonriendo, puse mis manos en su cintura y esta vez fui yo quien lo besó. Mantenerme encerrado en un beso de Jin era una experiencia extraordinaria e indescriptible. Quería tenerle por completo para mí, solo para mí.
De pronto solo tomé a Jin en mis brazos.-
- Hey ¿qué haces? – preguntaba riendo algo inseguro –
No le contesté y avance hasta la cama, lo recosté allí y me quedé sobre él; nos miramos por bastante tiempo, hasta que él me abrazó y solo dijo a mi oído “yo también quiero hacerlo”. Me sorprendía que fuera tan maravilloso como compartir la idea de pasar por la misma experiencia que yo. Jin era la persona ideal para mí y no dejaría que me lo arrebataran como paso anteriormente.
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