Shinno, Riku, Rita, Kamijo
¿Aun me preocupaba la conversación de Kamijo-sama con Kyrie, innumerables situaciones se cruzaban por mi cabeza, pero no sabía realmente cuál de ellas tomar en cuenta; una mañana mi amo se acercó a mí…
- ¿En serio?
- Si… así que espérame
- Siempre
Después de eso el solo besó mi frente y se fue. El día como de costumbre para alguien que espera ansiosamente algo, transcurría lento, hasta que llamaron a la puerta…
- ¡Rita-sama!..
- Riku-chan! – lo abraza –
- Rita-sama me aprieta… - exclama dolor -
- Oh! lo siento... Rikuchan
- ¿Rikuchan?
- Mm creo que suena más tierno si juntas tu nombre con chan... ¿no lo crees?…
- Si… - suspira –
Me di cuenta que tras él se encontraba Shinno, mirándome con la misma cara de odio con la siempre me miró
- ¿Podemos pasar?
- Ah!… si... adelante por favor
- - En voz baja – se nota que no sabes comportarte aun
- Shinno-kun
- ¿Y Kamijo no está?
- No, él salió hace poco
- Ya veo…
- Rita-sama… hay… ¿hay algo que deba saber?
- Que debas saber… ¿a qué te refieres?
- Mm no lo sé tal vez aun hay algo que yo no sepa de toda esta historia de Kamijo-sama y yo
- Mm que yo sepa no hay nada más que debas saber
- - suspira –
- - lo abraza – tranquilo Rikuchan, no debes preocuparte tanto ¿si?
- Pero…
- Nada de peros… tranquilo…
- Si…
- Disculpe… Rita-san… quiero irme
- ¿Eh? Y ¿por qué?
- No… no me siento bien
- Entiendo entonces nos vamos…
- No!, usted quédese, estaré bien no se preocupe
- ¿Oye no se supone que soy yo tu amo? – le sonríe –
- Pero…
- Basta Shinno… ve al carruaje por mientras
- Sí
- Rita-sama ¿puedo hablar con Shinno antes que se vayan?
- ¿Con Shinno?, claro…
- Muchas gracias
Fui a donde estaba Shinno, como era obvio al verme entrar su expresión era de odio…
- ¿qué quieres… vendrás con nosotros?
- No, de hecho vengo a hablar contigo…
- ¿Conmigo?
- Si… ¿por qué siempre me miras con tanto odio?
- ¿Odio?
- Si, siempre que Rita-sama se acerca a mí me hablas o miras mal
- Mm no me había dado cuenta…
- No me mientas… dime ¿qué ocurre?
- Eres tan idiota, por qué crees tú
- Porque te gusta
- ¿Me gusta?, Riku… yo lo amo… pero al parecer no es mutuo…
- - suspira –
- ¡¿Puedes dejar de hacer eso?!
- El idiota aquí eres tú... –se baja –
- ¿Eh? –se baja también –a que te referías con… e…-sorprendido -so… Rita-san
- - lo abraza – idiota…
- Rita-san yo... no sé qué decir… - sonrojado –
- No digas nada entonces…
- Si…- lo besa -
- - sonrojado y sorprendido – me entiendes tan bien… mm sube al carruaje
- Si - se sube –
- Thank you Rikuchan – le caricia la cabeza desordenándole el pelo –
- De nada… Rita-sama gracias a usted por todo
- Bye, bye
- Adiós
Desde ese instante mi día seguía transcurriendo lento, hasta que dio la hora en que normalmente Kamijo-sama llegaba a casa, pero él no aparecía… 1, 2, 3 horas pasaron desde que debió llegar, pero no aparecía… me empezaba a preocupar cada vez más… ¿Qué le pasa por qué demora tanto en llegar?; suena el teléfono y desesperadamente voy cogerlo
- ¿Diga? ¡¿Qué Kamijo-sama… qué?!
Lo peor que me pudo haber pasado se presentaba… no lo sigas Kamijo-sama no vayas con él y quédate conmigo por favor
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