Llevé a Aggy hasta mi casa, este permaneció a mi lado mientras me rompía entre llantos, habían pasado muchos años desde que no me encontraba así con él… era placentero tener a alguien cerca en ese momento, en este caso me preguntaba ¿de qué cosas simples pero maravillosas me he perdido?...
Al otro día desperté en mi cama, un poco confundido… hasta oír una voz…
- Vaya, ya despertaste…
Aggy venía con una bandeja y con desayuno, se veía muy apetitoso…
- Toma, lo hice para ti
- En serio lo hiciste tú?
- Por supuesto… - le sonríe –
- Gracias Aggy
- De nada…
- Ven siéntate conmigo, no quiero comer solo
Ambos desayunamos de lo que Aggy hizo, recordamos viejos tiempos, cuando de pequeño me quedaba en su casa para estudiar, y terminábamos jugando a cualquier cosa… pasaron las horas y ordenamos mi casa… mientras lo hacíamos jugábamos como niños, tirándonos cosas, persiguiéndonos, realmente fue divertido, terminamos cansados y estirados en el piso…
- Nee Shima…
- Mm?
- Hace mucho no lo pasábamos así no crees?
- Sí, es verdad…
- No quisiera arruinar el momento, pero… ¿qué pasará ahora con Ayame?
- No lo sé, ¿qué sugieres?
- Es que hay dos posibilidades… una, que devuelvas el dinero y te deshaces del problema o finges que aun quieres matarlo y lo cuidas y te arriesgas a muchas cosas…
- Pero… Ayame no me ayudará a ayudarlo… pero no quiero dejarlo solo
- Piénsalo ¿si?
- Mm – asiente con la cabeza –
No volvimos a tocar el tema, se hizo tarde y Aggy debió irse… el tiempo era demasiado y me daba abasto a pensar en que haría… comencé a deprimirme… y me volví a encerrar… pasaban días y seguía melancólico… sentía los pasos de alguien muy a menudo entrando y saliendo, era Aggy… no me hablaba solo pasaba a ver si yo estaba bien… pasó una semana… y Aggy me obligó a que me levantara…
- Ya! Arriba Uruha! vamos
- ¿A dónde? – sorprendido –
- A buscar a Ayame
- Qué?
- Estas pensando demasiado, actúas muy poco y el tiempo se agota obviamente no quieres que le pase algo así que lo cuidaremos
- Eh?…
- Vamos!!
- Ah... ok
Fuimos hasta la casa de Ayame… él no apareció… fuimos al instituto… no se presentó
- Dónde está?
- Es su único amigo ahora… es obvio…
- Eh?
- Con anzi…
- Anzi?
- Si… busca su dirección
- Eso no será problema para mi
Él era realmente bueno buscando ubicaciones, así pude saber donde vivía Ayame en un principio… finalmente llegamos a una casa, mucho más pequeña que la de Ayame… se estaba haciendo tarde y al pasar las horas pudimos ver a Ayame junto con Anzi salir de la casa… me sentí muy feliz de saber que estaba bien… me iba a acercar a hablarle, pero el otro chico lo tomó por la cintura, levantó su rostro y lo besó… por undécima vez mi corazón se sentía roto… me volteé lentamente y corrí… junto a Aggy llegamos a un árbol grande que había en una plaza cerca del lugar, caí sentado y comencé a llorar, creo que jamás antes había llorado tanto… tal vez junto con lo de Ayame me desahogaba del resto de los sentimientos dolorosos que siempre reprimí; mi acompañante me abrazaba diciendo palabras de aliento…
- ¿por qué Aggy, por qué pasa esto?! – llorando –
- Uruha… no quiero verte así…
- Esto es lo que merezco no?!!
- Calma…
Aggy acaricio mi rosto, el cual fue levantando… yo no dejaba de mirar el suelo…
- Uruha…
- - lo mira – … - Aggy lo besa –
- Aggy… - sonrojado y sorprendido –
- Uruha?
- Ayame! – sorprendido –
- Vaya… que sorpresa… parece que te encuentras bien
En ese momento la rabia me inundo… aun llorando le hablé…
- - Se levanta - ¿Cómo puedes decir eso?! Acaso no ves… mi estado - llorando – aun hago lo que pueda por mantenerte a salvo…
- No es lo que veo y no te lo he pedido
- Sabes?! Descuídate lo que quieras, no me preocuparé por ti – lo empuja para abrirse paso y se va –
- Uruha espérame… de verdad se estaba esforzando en cuidarte… Ayame – Dio Aggy antes de seguir a Uruha -
Llegamos a mi casa… y me tiré contra la cama…
- No quiero volver a verlo… estoy arto!... si quiere morir que se muera… no voy a preocuparme!
- Deja de mentir… ya le dijiste eso a él… pero sabes que no dejarás de pensar si está bien
- Pero…
- No hay peros para esto Uruha… no podrás escapar de lo que sientes… estas enamorado, y debido a lo que te convertiste sufrirás… no podrás controlar tus actos… deseas demasiado estar junto a él… y si él muere solo terminarás odiándote más por no haber hecho algo.
Aggy tenía razón… pero en serio no sabía qué hacer, el desespero me invadía casi por completo… estaba en mis limites… y además haberlo visto con Anzi me desalentó aún más.
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