"Siempre cabizbajo… así me encuentro el día de hoy… imaginando el estado de Ayame… y ahora algo extraño ocurre conmigo… no quiero esta sensación de nuevo!"
Uruha estaba recostado en su cama, mirando el techo, mientras Koichi escribía algo en una libreta que le accedieron a usar… el silencio abundaba en el lugar, las ganas de hablarle a Uruha invadían a Koichi…
- Que estás escribiendo?
- - sorprendido – mm… nada…
- - se levanta y le quita la libreta – qué es esto?...
- No Uruha!
- “No es que sepa lo que piensas, pero pienso en lo que sabes;
Llego a la conclusión de que si mi vida dependiera de tu alma,
Tendría vida eterna en un sombrío lugar de brillante luz provocada por tus ojos
No eres un ángel, pero en ese sitio tus alas me cuidan como si lo fueras…”
Uruha se encontraba impresionado ante tales palabras… ¿había alguien en el corazón de Koichi?...
- (bueno realmente no me interesa si quiere a alguien, para mi es mejor) toma – le tira la libreta
- U...Uruha
- Mm? – se vuelve a recostar –
- Nada…
- Mm
Nada cambiaba entre los dos cuando pasaban los días… hablaban lo justo y necesario, Uruha contestaba fríamente, eso dañaba a Koichi… pero si hay algo que Shima no podía controlar eran sus actos cuando realmente tenía un sentimiento de afecto hacía alguien. Una tarde Uruha se encontraba sentado en una banca del patio de la cárcel, junto con el resto de reclusos de “nivel alto”, Koichi caminó cerca de ellos, por lo que uno lo intervino en el camino…
- Hola pequeño…
- … - cabizabajo –
- No vas a contestarme…?
- …
- - comienza a acariciar su rostro – nee!...
- Oye! Déjalo en paz! – Uruha va hasta donde ellos –
- Uruha… ¿que te pasa?!
- - le habla al oído – está en mi celda… así que es mío…
- Oh.. entiendo… lo siento… - se va –
- Gra… - uruha lo toma del brazo y se lo lleva lejos - cias… duele… mi brazo
- Por qué te acercas a donde no debes…?
- Cada día me queda más claro…
- Eh?
- Tu eres el ángel Uruha… los ojos que iluminan este oscuro lugar…
En ese momento pasó por la mente aquel escrito de Koichi que vio hace algunos días atrás… ¿era a él a quien realmente se refería?
- Qué?
Koichi se acercó lentamente a Uruha, posó sus manos en el rostro del mayor… y lo besó…Takashima no hizo más que responder al acto… cuando se separaron el rostro de Koichi se mostraba sonriente y sorprendido…
- sin hablar mucho contigo, con solo verte… con solo sentirte cerca… Uruha… no dejo ni dejaré de pensar en ti…
- Eso no tiene que pasar… no debes acercarte a mí!...
- Por qué me harás daño?... eso no es así… porque no dejaré que me dañes…
- Basta Koichi!!... no te quiero!! Estoy enamorado de Ayame!.. esto no ocurrió entendiste!
- Uruha… (Ayame?)
El mayor se fue lejos de allí donde lo detuvo un hombre…
- Hey! Vas apurado?…
- Déjame en paz…
- - lo lleva contra un muro – quieres olvidar?
- - lo aleja – no de esta forma… déjame pasar!
- Ok… cuando quieras.. búscame… soy Nao
- (Nao?)
Uruha recordó que mientras estaba preso junto a Cecir éste le hablo de un tal Nao, el cual era respetado entre los presidiarios, pues era quien manejaba a todos allí… si quería podía lograr que algunos salieran de ahí ya que tenía tratos con los guardias, pero lo extraño era que él ha pasado varios años allí, y si tenía tratos con guardias… ¿por qué no se iba?. Uruha se dispuso a ir donde Cecir y tener una respuesta a sus dudas…
- Te encontraste con Nao?!!
- Eso.. que tiene de impresionante?... es un preso, no creo que sea milagro que pasee por aquí
- De hecho sí… jamás sale de una habitación que instalaron para él.. dicen que allí dentro tiene todo lo que afuera no tendría y es por eso que no se ha querido ir…
- Mm… pues no lo sé, lo único que no me parece, es que aunque se crea jefe no debería acorralar a las personas
- Acorralar?
- Me llevó contra el muro… lo detesto nadie hace eso conmigo…
- En serio hizo eso?
- Si…
- Vaya… Uruha… sabes ante que te encuentras?...
- Eh?
- Nao puso sus ojos en ti… no se cansará hasta obtener…te
- Obtener…me?
- Nao no suele fijarse en nadie… por lo menos hace bastante tiempo; cielos es extraño que hayas pasado un año aquí sin saber nada de él…
- Mm… sinceramente no me interesa…
- Pues debes preocuparte… por que de verdad no desistirá…
Shima se dirigió a su celda y se recostó en la cama, pensando en lo ocurrido… Koichi, Nao… dos personas estaban en su mente… y durante el resto del día… por primera vez Ayame no estuvo presente en sus pensamientos
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