“Es una extraña sensación, es como tu voz, tan mágica capaz de devolverme el alma… sentir el sabor de tus labios es como caer desde lo alto con la seguridad de que volarás usando unas hermosas alas para sostenerme, sin dejarme caer… jamás había sentido esto… jamás…”
Al haber terminado aquel beso, se miraron a los ojos tiernamente… Yu estaba totalmente perdido en la profunda mirada de K, se sentía capaz de dejar el mundo por sentir de nuevo esos labios. Mientras K comprendía que Yu realmente era lo que él esperaba… era su vida… lo que siempre busco en un mundo que siempre le pareció arrogante, frio e insensible
- Perdona mi arrebato…
- No te disculpes… - mirando el piso –
- Es… un poco tarde para preguntarlo… pero tienes un novio no es así?
- Ya no…
- Ya no?
- No… nos separamos ayer…
- - sonríe - sé qué es apresurado, pero… quisiera… quisiera que me dieras una oportunidad
- Oportunidad?
- Hai, a lo mejor piensas que esto solo es un frenesí y que realmente no siento algo hacía ti… quiero demostrarte lo que de verdad siento
- Por… por qué insistes en decirme que sientes algo por mí, si a penas me has visto…
- Tal vez fue el solo hecho de mirarte para ver lo que significas para mí
Yu se sentía completamente sorprendido ante las palabras de K, algo en él le decía que era sincero al decirle ello, pero le costaba tanto creer que fuera así, era la primera vez que hablaban y aun así sus corazones se sentían unidos desde mucho antes.
- Quieres salir?
- Eh?
- Salgamos juntos este fin de semana… qué dices?
- Ah… s… sí… - sonrojado – está bien…
Una felicidad invadía a K, durante mucho tiempo deseó poder pedirle aquello a Yu, tenía el presentimiento de que todo saldría bien. A diferencia de Yu que aun había algo que le decía que no todo iría de lo mejor
Los días posteriores transcurrían con normalidad, incluyendo el hecho de que K no recibía a nadie en su oficina que no fuera Ryoga, sin embargo Yu solía verlo de vez en cuando rodeando por otros departamentos de la empresa…
- Ryoga…
- Mm?
- Por qué hay veces en que K se da vueltas por acá?
- Siempre lo ha hecho, le gusta ver cómo trabaja la gente… a pesar de que yo siempre le digo lo que ocurre aquí, prefiere verlo con sus propios ojos…
- Aah… ya veo
Ryoga no dejaba de ver la fascinación en los ojos de Ayame al ver a Yu, detestaba eso y al mismo tiempo se daba cuenta de lo que le causaba sentir. A la hora de almuerzo, en el casino, se sentó cansado, pensando en si debía decirle algo… o dejar que pasará lo que el tiempo decidiera…
- Estás bien?
- Eh? Ayame… que sorpresa…
- Buena o mala sorpresa?
- Siempre eres una buena sorpresa…
- - ríe nervioso y sonrojado – puedo sentarme contigo?
- Claro que sí
- - se sienta a su lado – últimamente te he visto algo presionado… mucho trabajo?
- Mm un poco, es que… además de eso… hay algo que no me deja tranquilo…
- Qué cosa?
- Alguna vez has sentido que quieres mucho a alguien, que en el momento en que lo viste… sentiste que era un ángel ante tus ojos, pero… que… no te corresponde, que a pesar de que esa persona no tiene relación alguna con alguien… jamás podrá amarte?
- Pues… no… la verdad no…
- A veces quisiera decirle todo… pero…
- Te asusta?
- Así es – ríe –soy un cobarde…
- No lo eres… es normal sentir miedo… además si no lo has hecho es porque no es el momento…
- Y qué pasará si se va… si no alcanzo a decirle lo que siento?
- Es porque nunca debiste decirle, es porque tal vez si se lo hubieses dicho, no tendría influencia en los sentimientos de esa persona no crees?
Una lágrima empezó a correr por el rostro de Ryoga sin explicación alguna, a pesar de mantener una sonrisa sus ojos se humedecían…
- Ryoga?
- Me gustas…
- Eh?
- Me gustas… Ayame
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