“Quisiera estar así, junto a ti… siempre” era lo que sentía al probar los labios de a quien observó tanto tiempo, los labios de quien sin duda se había enamorado. De a poco se iban separando de ese sereno momento, Hoya miraba conmovido a un Sung Yeol ruborizado y nervioso.
- Eres adorable – decía sonriendo –
- Ah... ehh... n… no – respondía completamente inquieto –
De improviso recordó que por mucho que agradecía aquel instante había algo que no lo dejaría tranquilo y era el hecho de que él seguía teniendo pareja.
- Por cierto… tú… respondiste mi beso… ¿por qué?
- Porque… debe ser porque me gustas – decía Hoya seguro –
- Pero… Sung Gyu…
- Oh… lo lamento, tienes razón. No puedo estar actuando de esta manera, Sung Gyu es mi pareja, no tu
Esa última frase, tan fría dejó atónito a Sung Yeol, sentía ganas de llorar ante la expresión “no tu”, pero intentaba aguantarse, aun así empuñaba sus manos por la rabia.
- ¿Solo dirás eso? – decía cabizbajo, mientras caía una lágrima –
Hoya estaba sorprendido, no imaginó nunca verlo llorar.
- Dime! Solo eres capaz de decir eso!! – gritaba enfurecido y triste –
- Sung Yeol… yo…
- ¡¿Quieres que deje pasar esto así como así?! ¡¿quieres que olvide que esto ocurrió?! pues no seré capaz de hacerlo!, me enamoré de ti desde las primeras veces en que te veía, ahora dejas que te bese y solo eres capaz de decirme que no soy tu pareja!? No soy un juego!
Hoya estaba paralizado ante la alteración del otro chico, pero sabía que él tenía razón y la verdad solo podía pensar en si lo que sentía por Sung Gyu no era más que simple costumbre, Sung Yeol realmente lo estremecía.
- Perdóname…
- Eh? – respondió calmándose –
- Realmente lo siento, la verdad es que me gustas mucho Sung Yeol, pero mi relación con Sung Gyu es algo de mucho tiempo. Perdón… estoy confundido… - dijo cabizbajo y apenado –
- Hoya…
De alguna manera, Sung Yeol se dio cuenta que para Hoya tampoco era tan fácil vivir ese momento y lo abrazó.
Hoya solo hizo una exclamación de sorpresa.
- A pesar que podría decirte que podría entenderte mejor que Sung Gyu, realmente no lo conozco y… no quiero presionarte… perdón por el beso. Ya debo irme, se hace tarde. Adiós Hoya… nos vemos.
- Adiós… - pronunció algo turbado –
Hoya se quedó pensando en lo que realmente sentía, se sentó en el pasto y se quedó mirando el cielo nocturno, cuestionando su actitud, pensaba que efectivamente no podía dejar de sentir algo por Sung Yeol, pero ¿dejaría a la persona que durante tanto tiempo fue importante para él, por un chico que apenas llevaba conociendo alrededor de 2 meses?
Después de un rato, decidió volver a casa, al entrar encontró a L y Sung Gyu conversando en la sala de estar.
- Oh! Hoya ya volviste, ven aquí! – dijo con una animada voz Sung Gyu –
- Ah… no, quiero ir a dormir… - respondió cabizbajo y entró a una habitación –
- ¿Está bien? – preguntó preocupado L –
- No lo sé… supongo que estará bien - manifestó intranquilo Sung Gyu –
Hoya se quedó un largo rato estirado en su cama pensando en que debía hacer, qué paso debía dar. Necesitaba hablarlo con alguien, por lo que recurrió a alguien en quien tenía una extraña confianza, pues no lo veía mucho, pero de verdad sentía que era una persona de fiar. Salió de su habitación poniéndose una chaqueta y se fue de la casa, dejando confundidos a los otros dos chicos que estaban conversando.
Se fue rápido, quería llegar lo antes posible, además ya era de noche y le preocupaba que pudiera estar ocupado. Tomó un autobús y después de unos minutos estuvo frente a la puerta que buscaba, pensó “por favor, que esté… y que no esté ocupado” y tocó el timbre. Abrió la puerta un chico unos 7cm más bajo que él, cabellos castaño, de aspecto alegre y adorable mirada.
- Ho Won – dijo el chico al abrir –
- Hola… Ki Kwang, ¿estás ocupado?
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