
Ya habían pasado cerca de 3 meses después de ese beso en la playa y la verdad nada había cambiado mucho, sinceramente se habían visto muy poco, y las veces que lo hicieron solo hablaban de cosas sin importancia. Ninguno de los dos era capaz de dar aquel importante paso, pero era inevitable asumir que ambos sentían algo importante por el otro.
- Vamos Sung Jong, Dong Woo y yo estamos con quienes queríamos, solo faltas tú – decía Sung Yeol sentado en un sillón –
- Tienes razón, atrévete Sung Jong –animaba Dong Woo –
- Es que… no lo sé.
- Él te besó ¿no es así?, no creo que haya sido solo un capricho – decía el pelirrojo –
- Mm – pronunciaba cabizbajo el rubio – sí, tal vez…
- Deja de pensarlo tanto y actúa de una buena vez – exclamaba el pelinegro –
Entre suspiros, Sung Jong se sentía casi totalmente seguro de lo que quería hacer, es decir, si no se atrevía ahora no lo haría nunca.
- Lo haré – exclamó decidido –
Sus amigos tendieron a dar una amable y confortable sonrisa, les entusiasmaba que el rubio estuviera tan determinado a hacer algo por sus sentimientos.
Sung Jong salió del sitio en busca de su objetivo, debió tomar un autobús hasta la casa de L, tenía su dirección ya que anteriormente Woo Hyun se la había dado al enterarse de lo que sentía por su hermano.
Estaba frente a la puerta de la casa de L, le preocupaba que no estuviera, pues de todas formas había llegado sin avisar. Tocó el timbre y abrió la puerta Sung Gyu.
- ¡Sung Jong, qué sorpresa!, ven pasa.
- Lamento llegar de improviso, am no te preocupes solo quiero saber si está L
- Oh – respondió desanimado Sung Gyu – lo siento, él no está salió a caminar, pero si quieres puedes esperarlo.
- Ah… no, gracias… está bien – dijo completamente desanimado el rubio – lo llamaré… bueno… adiós.
- Adiós
Sung Jong siguió su camino en dirección desconocida, pensando en que su plan había fracasado y su ánimo por declararse a L estaba en el suelo.
De pronto tres jóvenes de apariencia un poco mayor que él se acercaron y comenzaron a seguirlo, no muy discretamente por cierto. Debido a esto, el rubio se comenzó a sentir bastante vulnerable, tenía ganas de correr, pero eso podía alentar a los otros chicos a reaccionar bruscamente, por lo cual mantuvo su paso discreto, aun así su corazón latía rápidamente, lleno de miedo. Intentaba perderlo metiéndose en distintas calles, llegando finalmente a una especie de callejón. Una gota de sudor caía por su rostro, pues los jóvenes seguían tras él. Fue entonces que se volteó para encararlos.
- Hey! Que les pasa! Por qué me siguen!
- ¿Seguirte? – respondió uno de ellos –
- Sí, basta! Qué quieren!?
- Pues… no sé… ¿Qué queremos? –dijo otro con una expresión de insinuación –
- Mm yo creo que… ¿a él? – respondió el ultimo mirando fijamente a Sung Jong –
El rubio estaba mucho más nervioso que antes, ¿Qué iban a hacerle? Dentro de sí mismo solo llamaba a gritos a L. ¿dónde estás? Se preguntaba sintiendo que su corazón explotaría, mientras veía a los jóvenes acercarse a él. ¿Por qué tuve que meterme aquí? Se exclamaba a él mismo cerrando los ojos. Pero no todo pasa como siempre se desea, los chicos acorralaron al menor, lo empujaron para que callera al suelo y antes de que pudiera levantarse, comenzaron a acariciar el cuerpo de éste como se le daba la gana, a pesar de que Sung Jong ponía resistencia, se encontraba con tres hombres mayores que él; en número y fuerza estaba en desventaja. Sentía como su ropa se iba desprendiendo bruscamente, para su poca suerte no transitaba nada de gente por aquel pasaje y los hombres se aprovechaban de eso.
- Deja de resistirte, mira… es simple, si te quedas tranquilo no dolerá… bueno, no dolerá tanto – dijo con una voz burlesca –
- Suéltenme!! – decía llorando el rubio –
Pero era obvio, no le harían caso a su petición. La ropa de Sung Jong estaba casi destrozada, entonces uno de los chicos comenzó a retirarse sus prendas inferiores, para penetrar al menor, mientras los otros dos lo afirmaban.
- Espera!! Que harás!! Para… detente por favor!! – exclamaba llorando, intentando soltarse de los hombres –
Era imposible, por más que pedía que le dejarán, no lo hacían. El mayor, bruscamente entró en él, provocando un grito desesperado de Sung Jong; el hombre comenzaba a moverse con un ritmo violento. Después de que los tres jóvenes realizaron el mismo proceso, dejaron al rubio allí, destrozado, envuelto en una tristeza que parecía insanable.
Sung Jong se mantenía abrazando sus piernas al fondo del callejón, llorando en silencio preguntándose por qué tenía que ocurrirle eso a él. Después unas horas en que su cuerpo casi desnudo estaba helado, escuchó pasos corriendo hacia él y una voz que deseaba hubiese aparecido antes.
- Sung Jong!!, dios! Qué te hicieron – decía sacándose un abrigo y poniéndoselo al rubio –
- L… - alcanzó a mencionar Sung Jong con el llanto ahogado –
- Estarás bien, vamos
Sung Jong era como un cuerpo sin alma, ocultando su cuerpo en el largo abrigo de L, caminaba apoyado en los brazos de éste.
- ¿cómo me encontraste? – preguntó el rubio cabizbajo –
- Eh?... Sung Gyu me dijo que fuiste… salí a ver si estabas cerca y encontré esto – le muestra el teléfono de Sung Jong –
- Mi… teléfono… en que momento
- No lo sé… pero al ver que era cerca de estas calles no dude en ver si estabas
- Solo causo problemas
- No digas eso, debí llegar antes… lo siento. Pero ahora vamos a casa, llamaré a un médico.
Los dos llegaron hasta la casa de L, Sung Gyu estaba atónito ante la apariencia del rubio, era obvio deducir lo que había ocurrido. Llamó a un doctor y dejaron a Sung Jong recostado en la cama de L.
FuLl MoViEs
MoViEs To mOvIeS
XXX +24 <
Post a Comment