A pesar de que Jin sabía lo que sentía por él, mantenía unos horribles celos por lo cercano que era su hermano a mí. Se contenía y no me decía nada, pero su rostro se mostraba completamente enfurecido cuando abrazaba a Kazuki o jugábamos muy cerca; era más fácil para Jin ir a encerrarse a su pieza.
- Hey Jin – decía entrando en su habitación –
- ¿Qué quieres Byou? – cuestionaba enojado sentado en su cama –
- Quiero que compartas con tu hermano y conmigo – le contesté sentándome a su lado –
- ¿Para qué? – respondía cabizbajo –
- Oh vamos no me preguntas eso en serio, es tu hermano…
- Pero están bien ustedes dos juntos a solas
- Pues sí…
En ese instante pude ver una expresión de sorpresa y enojo de parte de Jin mirándome.
- Quiero decir – retomé – lo pasamos bien, pero me gusta estar contigo.
- ¿En serio?
- Sí y por si pensaste en preguntarlo, me gusta estar más contigo que con Kazuki, a pesar de que él es más amable… en fin… digamos que… te prefiero. – dije sonrojado –
Jin estaba ruborizado, se puso de pie y solo dijo “ok, vamos”.
Mientras pasaban las horas comenzaba a darme cuenta de lo qué estaba haciendo, si me encontraban con ellos los pondría en gran riesgo; esperábamos mi recuperación, pero a estas alturas yo ya estaba bien y no me iba por esos sentimientos especiales que mantenía por Jin y lo cómodo que estaba con las atenciones de Kazuki. Estaba siendo egoísta, yo estaba bien allí, pero si me encontraban ellos no lo estarían… para nada, aun habiéndoles dicho que los negaría, seguramente Jin no aceptaría esa declaración… estábamos creando lazos demasiado cercanos. De alguna manera tenía que contarles lo que realmente ocurría conmigo. Por eso, esa misma tarde les pedí hablar con ambos en la sala de estar.
- ¿qué ocurre Byou? – preguntaba Kazuki con esa amable voz de siempre –
- Mm hay algo de lo que deben enterarse… algo por lo cual debo irme de aquí.
- ¿irte? Estas bromeando ¿no? – preguntaba sorprendido Jin –
- Sí, irme y no, no estoy bromeando Jin. De verdad no es bueno que esté aquí. No para ustedes.
- ¿De qué estás hablando Byou? No entiendo a que quieres llegar.
- Kazuki… no se cómo comenzar.
- Por el principio tal vez.
- Bien, por el principio… desde el comienzo.
“La vida era perfecta, tenía más de lo que en algún momento haya soñado. Tenía un hijo y una esposa… éramos felices… hasta que lo arruiné todo.
Un día en que tuvimos una estúpida e infunda mentada discusión con mi esposa, salí de casa enojado, me dirigí a un bar y conocí a un chico… hablamos bastante, bebimos mucho… o al menos yo lo hice; nos fuimos a un lugar que ya casi no recuerdo, tuvimos sexo, la verdad no fue algo importante para mí a pesar de que fuera la primera vez que lo hiciera con un hombre, pero para él era distinto. Según él encontrarnos en ese bar no fue casualidad, él ya me había visto desde hace tiempo y el hecho de que compartiera un momento con él fue algo del destino o algo así. Sin embargo, no me importó en lo más mínimo, me fui a casa un tanto arrepentido de lo que había hecho, pero no quería decirle a mi esposa lo que pasó así que no lo hice.
Pero las cosas no eran tan sencillas, el chico no se quedó conforme y mi gran error fue tomar como juego los sentimientos de una persona a la que realmente no conocía y por lo tanto no sabía de lo que era capaz.
Un día como cualquier otro llegué a mi casa, abrí la puerta pero algo no era igual que siempre, generalmente mi hijo corría a mis brazos a penas oía abrirse la puerta, pero esta vez no fue así “Tadaima” dije esperando un “Okaeri-nasai” el cual fue mencionado por una voz extraña. Me asomé a la sala de estar y allí estaba… mi peor pesadilla. Mi hijo y mi esposa sobre una alfombra roja, donde el color de la sangre se fundía entre el tapis escarlata. De verdad no podía creer lo que veía, pude divisar que aquel chico estaba de pie frente a mí con sus manos manchadas, la mirada perdida y sus piernas tiritaban un poco. Se acercó a mí sin más y puso sus manos en mi rostro, “estaremos siempre juntos”, me alejé de él con brusquedad y le dije que solo había sido una noche, no era importante para mí, lo saqué de mi casa amenazándolo de que pagaría por lo que había hecho. Luego descubrí que era hijo de un mafioso así que a pesar de su crimen quedó libre, me sentí tan enfadado, lo encontré un día solo y le di fin a su vida. Su padre dedujo que fui yo, ahora me busca para terminar conmigo”.
- Como se darán cuenta… no eran policías precisamente
- Dios si eres peligroso – dijo Kazuki tapando su rostro con sus manos – debes irte
- Lo sé – dije cabizbajo – me iré
- ¿qué?!- interrumpió Jin – ¿estás loco acaso?, no puedes irte así , ahora que nos involucramos de esta forma
- Ese es el problema Jin… no quiero meterlos más en esto – le dije acariciando su rostro –
- ¿Y después qué? ¿Correrás por siempre?
- Algún día me hallarán, pero no quiero que sea junto a ti. La verdad es que he huido bastante y me involucrado con personas, pero con ustedes fue distinto, sobre todo contigo Jin… yo… realmente me enamoré de ti y por ello no quiero que te ocurra nada ¿entiendes?
- Pues iré contigo
- Jin basta! – mencionó Kazuki – déjalo ir
- No, Kazuki no escuchaste al principio y sigues sin hacerlo, Byou , te protegeremos
- No es tan fácil Jin. Y no decidas por tu hermano
- Bien, entonces te acompañaré, hiciste lo que hiciste por frustración, estabas muy herido. Yo creo en ti y quiero apoyarte hasta el final.
- Jin – dijimos al unísono Kazuki y yo –
No quería que algo le pasara, pero… si quería que mi fin fuera con alguien… deseaba que fuera con él.
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