La mirada oculta en un llanto interminable, sintiendo su cuerpo sucio y deshonroso, sin hacer más que aferrarse a las sábanas con sus manos, apretándolas hasta sentir que ya no había fuerza en él. Pero la verdad es que ya no podía estar así allí, debía trabajar, por ello se levantó a bañarse y vestirse; salió de su habitación como si nada hubiese ocurrido, haciendo sus deberes sin novedad.
- Buen día MyungSoo! –exclamaba K sonriente-
- Buen día… K-sama – decía fingiendo una sonrisa-
- ¿cómo amaneciste?
- Ah bien gracias –respondía haciendo una leve reverencia y desviando la mirada-
A K no le convencía mucho la actitud del chico, algo ocultaba y sus oscuros ojos tristes lo delataban.
- ¿qué pasa L? –preguntaba preocupado el japonés –
- Eh?! Nada –negaba sorprendido-
- Mm ven conmigo
K le tomó la mano a L y se lo llevó al patio, un sitio bastante tranquilo y se sentaron en el pasto un instante, uno frente al otro.
- Dime L, qué ocurre –decía el rubio tomando las manos del pelinegro-
- No pasa nada, en serio –respondía cabizbajo-
L no quería que nadie se metiera en problemas, demasiada amabilidad de su parte.
- L, sé que no te conozco del todo, pero estoy seguro al decir que algo te ocurre y posiblemente no sea bueno –decía mientras lo miraba preocupado- por favor no me ocultes lo que te pasa
- Yo, no quiero crear problemas… K-sama –respondía manteniendo la mirada en el pasto –
- L deja de pensar en eso, realmente me preocupa verte así, confía en mi
El pelinegro tragó saliva y suspiró, a K no podía ocultarle nada, aun sabiendo las posibles consecuencias que provocaría al confesar.
- Yu-sama… - dijo tomando aire- Yu-sama…
- ¿Qué pasa con Yu? –preguntaba confuso el rubio-
- Él… - decía relamiéndose los labios – hace algunas horas estuvo en mi habitación y…
De pronto los ojos del chico comenzaron a humedecerse de a poco y soltó una lagrima que secó de inmediato con una mano, fue ese instante en que K se dio cuenta de lo que le costaba tanto a L contar.
- Él se sobrepasó contigo verdad! –exclamaba serio K-
L solo asintió con la cabeza y K se puso de pie rápidamente, frunciendo el seño; por otro lado, L algo preocupado se levantó quedando frente a él.
- ¿Qué hará? –consultaba nervioso –
- Se las verá conmigo –exclamaba enojado-
- No!, espere! –pronunciaba sosteniéndole una mano- él dijo que podía hacer que Yuu-sama me devolviera, no quiero alejarme de usted –terminó por decir abrazando al mayor-
- L… -alcanzaba a decir sorprendido – L, no vamos a alejarnos –confirmaba separando su cuerpo del de el menor – y no voy a dejar que hagan lo quieran contigo
El rubio dejó al chico en el patio, entrando enfurecido a la casa, dirigiéndose a la sala en que siempre estaban Yu y Aoi. Abrió la puerta con brusquedad, dejando confundidos a quienes estaban dentro.
- K –decía Aoi- ¿qué ocurre?
- Quiero hablar con Yu – expresaba serio el rubio-
- Conmigo, ¿qué quieres hablar conmigo? –preguntaba poniéndose de pie frente a él-
Solo bastó que estuviera frente a K, para que éste último le propinara un fuerte golpe en el rostro que casi lleva al piso a Yu, dejándolo atónito junto con Aoi.
- K!! qué estás haciendo?! – protestaba Aoi acercándose a Yu-
- ¡Dándole lo que se merece! Te gustó hacérselo a L, pues esto es lo que tienes a cambio! –hablaba enfurecido-
- ¿de qué estás hablando? - preguntaba confundido Aoi-
- ¿Tanto te importa quien toque al coreano? –preguntó finalmente Yu –
- Por supuesto que si!
- ¿Enamorado?
Aoi y K se quedaron sorprendidos por al pregunta.
- ¿Por eso? ¿lo hiciste sólo porque yo sienta algo por él? ¿un especie de venganza por lo que pasó con Teru?
- ¿Teru? –preguntó sorprendido Yu- ¿qué le hiciste Teru?
- No es algo que yo haya hecho, si no algo que hicimos
Yu no necesitó ir más y golpeó a K, envolviéndose ambos en una fuerte pelea. Aoi estaba enojado, de alguna manera K había confesado que sentía algo por L y además que lo había engañado con Teru, pero debía actuar y separó a los dos chicos.
- Ya basta!
- Vas a dejarlo así Aoi?!, él te engañó con Teru y de seguro también lo hizo con L
Aoi miró a K esperando una respuesta ante la última afirmación, pero este último sólo bajó la cabeza. Fue entonces cuando Aoi decidió ir tras el coreano y salió corriendo del lugar.
- Espera Aoi! –exclamaba K corriendo tras él –
Aoi se halló frente al pelinegro y sin decir nada lo agarró de la ropa y lo llevó contra la pared.
- ¿Qué hiciste con K? –preguntaba enfurecido –
- ¿uh? – exclamaba sorprendido- ¿a qué se refiere?
- Lo hiciste con él verdad?!
- Aoi suéltalo! –interrumpía K – fui yo quien quiso que ocurriera
- No es verdad! –decía cegado manteniendo al coreano contra la pared –
- Aoi yo se lo pedí déjalo en paz!
- No mienta K-sama –interrumpió cabizbajo el coreano – yo se lo pedí
- Pero yo accedí –dijo acercándose a los chicos- Aoi, déjalo –dijo poniendo la mano en su brazo-
Derramando algunas lágrimas Aoi soltó al coreano y K tomó la mano de éste último, acercándolo a si mismo.
- Vámonos de aquí MyungSoo
- ¿vas a dejarme? –preguntaba cabizbajo Aoi frente a la muralla-
- Soy feliz con L, lo siento
K sujetó la mano del pelinegro y salió de la casa encontrándose con un auto y Teru saliendo de éste.
- K, ¿A dónde vas?
- Lejos, ¿me das tu auto? Lo necesitamos
- Ah, si, puedes tomarlo – dijo entregándole las llaves – pero…
Teru aun confundido no alcanzó a terminar su frase, pues K subió al auto junto a L y se fueron del lugar. Al instante Aoi salió de la casa pidiendo a un sirviente su auto.
- Aoi… ¿pasó algo?
- Nada –dijo serio Yuu subiéndose a un auto-
Aoi estaba decidido a seguir a K, pero éste ya le tomaba distancia, por lo cual manejaba bastante rápido, cuando de pronto vio a lo lejos a alguien cruzar la calle; el japonés frenó con fuerza dándole un pequeño tope al chico, quien cayó al suelo.
- Demonios! –pronunció Aoi bajándose a mirar al chico que estaba en el suelo- ¿estás bien?
- Ah… eh –titubaba sentándose- sí…
- Lo siento
Aoi ayudaba al chico y fue completamente atraído por la presencia del chico, un joven rubio y ojos oscuros de mirada tierna, se le había olvidado por completo ir tras K.
- ¿Quién eres…? – preguntaba encandilado por la belleza del chico –
- Bang CheolYong – reveló antes de que Aoi lo llevara a ser atendido por un doctor-
Por otro lado el japonés había decidido huir finalmente con L, se irían lejos a vivir su aventura envuelta en el más hermoso sentir, sin vuelta atrás, solo habría un mañana para ellos.
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