“Aun puedo recordar que, es anoche después de ver a Jin, me costó mucho poder conciliar el sueño. Al día siguiente, procuré hacer mis deberes como el capitán que soy. Y San, inserto en su trabajo como organizador de cada evento que se realizara en el crucero. Honestamente, me cuesta entender cómo es capaz de hacerse cargo de todo pero, pienso que, aunque le pregunte, no obtendré respuesta, siempre es tan… misterioso. Sólo sé que San tiene un punto débil, los brazos de Yuuki, un chico muy atractivo, dedicado al manejo de información sobre los viajeros. Ahora que lo pienso, me pregunto cómo recolectara la información privada de esas personas. O incluso, con información confidencial de otras compañías. Sí hay algo que Yuuki ama, son los dulces. Siempre muestra una apariencia oscura y misteriosa pero, al ver dulces, se convierte en un niño al cual le brillan los ojos de emoción.
San, Yuuki y yo nos conocemos desde que entramos a un instituto donde aprendimos cómo desenvolvernos en el área de turismo. Al finalizar los estudios, de a poco, comenzamos a construir lo que hoy somos. Sin duda, aquellos años de estudios fueron los mejores, disfrutaba tanto el tiempo junto a ellos. Ahora es diferente debido a nuestras responsabilidades pero, al menos, mantenemos nuestra fiel amistad. Aprovechamos el trabajar juntos y así, conservamos este estrecho cariño.
En fin, después de un rato, pasé por la habitación en donde dormíamos San, Yuuki y yo. Al abrir la puerta, me encontré con ambos discutiendo, no alcancé a entender lo que decían pero, San lo observaba con desprecio. Al notar que yo estaba allí, San decidió salir del lugar, pasando por mi lado y rozando de manera brusca mi brazo.
- ¿Qué pasó aquí? – Pregunté acercándome a Yuuki, el cual estaba algo cabizbajo –
- Está enojado –respondió sin muchos detalles –
- Eso lo noté –mencioné frente a mi amigo – pero… ¿debido a qué?
- No lo sé – dijo Yuuki sentándose en un sofá del cuarto – Sólo le mencioné algo por lo que pensé que debía alegrarse
-¿Y qué fue eso por lo que debía alegrarse?
- Me ofrecieron un trabajo… es algo grande y quiero aceptarlo – mencionó cabizbajo. Me sorprendía lo que Yuuki exponía. Siempre tuve la idea de que los tres estaríamos siempre juntos. Pero Yuuki, sin duda, siempre fue más ambicioso y, si se le cruzaba alguna idea en la cabeza, no descansaría hasta lograrlo. No había algo que le haga cambiar de parecer. – Yo, supuse que sólo debía aceptar, así que lo hice.
- ¿Y es dentro de poco tiempo? ¿O es algo en unos años más?
- Cuando acabemos este viaje, debo reunirme con ellos
- Ya veo, te deseo lo mejor Yuuki – concluí ubicando una mano sobre el hombro del chico –
- Tampoco te agrada la idea ¿verdad? – Consultó con una leve sonrisa en el rostro -
- Pensé que siempre estaríamos juntos los tres –asumí sonriendo – pero es tu oportunidad, debes aprovecharla
- Gracias Anzi, sólo quisiera que San lo viera de esa forma también.
- Él tiene sus motivos para reaccionar así
Y son realmente obvios los motivos de San. Él siempre ha sido muy cercano a Yuuki y su atracción por él es realmente clara, a pesar de que Yuuki no se ha enterado de ello.
- Está enojado –respondió sin muchos detalles –
- Eso lo noté –mencioné frente a mi amigo – pero… ¿debido a qué?
- No lo sé – dijo Yuuki sentándose en un sofá del cuarto – Sólo le mencioné algo por lo que pensé que debía alegrarse
-¿Y qué fue eso por lo que debía alegrarse?
- Me ofrecieron un trabajo… es algo grande y quiero aceptarlo – mencionó cabizbajo. Me sorprendía lo que Yuuki exponía. Siempre tuve la idea de que los tres estaríamos siempre juntos. Pero Yuuki, sin duda, siempre fue más ambicioso y, si se le cruzaba alguna idea en la cabeza, no descansaría hasta lograrlo. No había algo que le haga cambiar de parecer. – Yo, supuse que sólo debía aceptar, así que lo hice.
- ¿Y es dentro de poco tiempo? ¿O es algo en unos años más?
- Cuando acabemos este viaje, debo reunirme con ellos
- Ya veo, te deseo lo mejor Yuuki – concluí ubicando una mano sobre el hombro del chico –
- Tampoco te agrada la idea ¿verdad? – Consultó con una leve sonrisa en el rostro -
- Pensé que siempre estaríamos juntos los tres –asumí sonriendo – pero es tu oportunidad, debes aprovecharla
- Gracias Anzi, sólo quisiera que San lo viera de esa forma también.
- Él tiene sus motivos para reaccionar así
Y son realmente obvios los motivos de San. Él siempre ha sido muy cercano a Yuuki y su atracción por él es realmente clara, a pesar de que Yuuki no se ha enterado de ello.
Después de hablar con Yuuki, me fui a proseguir con mis deberes. Cuando ya me había desocupado, en la noche, fui a afuera a tomar aire. Miré hacia el piso inferior y lo vi allí, su figura relucía ante la luz de la luna reflejada, además, en el mar. Bajé a encontrarme con él y me quedé su lado.
- Es hermoso ¿no? – dije de pronto, haciendo que el chico se exaltara un poco. Él sólo me miró con algo de duda ante lo que yo había dicho – El mar, es hermoso ¿verdad?
- Ah, eso… realmente no me gusta –dijo volteándose a apoyar su espalda con un barandal -
- ¿y por qué no te gusta? – Pregunté con sorpresa, es decir, qué hace alguien que no le gusta el mar en un crucero –
- No lo sé, no nos llevamos bien… supongo
- Ya veo… ¿viajas solo? – Consulté al verlo por segunda vez sin compañía -
- Se supone que viajo solo, pero alguien vino conmigo
- Ah claro tu novia ¿no? –Dije entre risas -
- Sí, mi novia – Dijo asintiendo con la cabeza mientras su mirada se clavaba en sus pies. ¿Alguna vez han ocultado la sorpresa y desilusión a través de una sonrisa?, yo creo que si lo han hecho alguna vez. Pues bien, ese momento fue una de esas veces.
Era obvio, él es atractivo y, a pesar de que se ve algo malhumorado, tal vez sólo se trata de su apariencia y, en realidad, es como un tierno peluche - Ella es tan terca, a veces la detesto – añadió de pronto, dejándome sorprendido. El hecho de que sintiera algo así, quería decir que su relación no era estable y eso, era una chance para mí. Sin embargo, había un inconveniente, ser del mismo género, seguramente a él no le interesaban ese tipo de cosas. Pero había que hacer el intento ¿no?
/a>- Ah, eso… realmente no me gusta –dijo volteándose a apoyar su espalda con un barandal -
- ¿y por qué no te gusta? – Pregunté con sorpresa, es decir, qué hace alguien que no le gusta el mar en un crucero –
- No lo sé, no nos llevamos bien… supongo
- Ya veo… ¿viajas solo? – Consulté al verlo por segunda vez sin compañía -
- Se supone que viajo solo, pero alguien vino conmigo
- Ah claro tu novia ¿no? –Dije entre risas -
- Sí, mi novia – Dijo asintiendo con la cabeza mientras su mirada se clavaba en sus pies. ¿Alguna vez han ocultado la sorpresa y desilusión a través de una sonrisa?, yo creo que si lo han hecho alguna vez. Pues bien, ese momento fue una de esas veces.
Era obvio, él es atractivo y, a pesar de que se ve algo malhumorado, tal vez sólo se trata de su apariencia y, en realidad, es como un tierno peluche - Ella es tan terca, a veces la detesto – añadió de pronto, dejándome sorprendido. El hecho de que sintiera algo así, quería decir que su relación no era estable y eso, era una chance para mí. Sin embargo, había un inconveniente, ser del mismo género, seguramente a él no le interesaban ese tipo de cosas. Pero había que hacer el intento ¿no?
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