Si soy honesto, siempre tuve una idea de lo que pasa y, ese día, San me lo había confirmado. Él me confesaba los sentimientos que nacían en su interior hacia Yuuki “¿Por cuánto tiempo has callado tal emoción?” Es lo que pensaba en ese instante pero, preferí no decir nada y contener a San entre mis brazos.
De a poco, comencé a hacerme una idea de cómo debía sentirse San, quiero decir, cómo se sentí cuando Yuuki estaba tan cerca de él, cuando lo abrazaba, cuando podía ver al rubio sonreír, cuando estaba a su lado viéndolo llorar, incluso cuando era receptor a oír de las aventuras amorosas de Yuuki con alguna persona ¿Cómo es que has soportado todo eso San? ¿Lo aguantabas sólo para poder estar cerca de él como hasta ahora? ¿Estabas dominado por el miedo a confesarle tus sentimientos y que ya no quisiera verte?
Creo que en esta ocasión, San estaba en su límite. Tenía la impresión de que él terminaría diciéndole a Yuuki sus sentimientos pero, había otra parte que me decía que no sería así, es decir, pudo ocultarle por tanto tiempo aquello que probablemente esta no sería la excepción. Era posible que en esta ocasión, solo evadiera a Yuuki y se mantuviera en silencio.
Creo que en esta ocasión, San estaba en su límite. Tenía la impresión de que él terminaría diciéndole a Yuuki sus sentimientos pero, había otra parte que me decía que no sería así, es decir, pudo ocultarle por tanto tiempo aquello que probablemente esta no sería la excepción. Era posible que en esta ocasión, solo evadiera a Yuuki y se mantuviera en silencio.
- ¿Se lo dirás a él… lo que sientes? –pregunté casi seguro a recibir una respuesta negativa de su parte -
- Claro que no –negó separándose del abrazo y secando sus lágrimas – No valdría la pena. Si no es correspondido perderé un amigo y si Yuuki sintiera algo parecido por mi… no quiero que se quede por esa confesión. Si no se va… quiero que sea una decisión que nazca sólo de él.
- Claro que no –negó separándose del abrazo y secando sus lágrimas – No valdría la pena. Si no es correspondido perderé un amigo y si Yuuki sintiera algo parecido por mi… no quiero que se quede por esa confesión. Si no se va… quiero que sea una decisión que nazca sólo de él.
No estaba del todo de acuerdo con la medida de San, pero omití comentarios y me quedé a su lado. Eso hasta que llegó la hora de descansar. La mayoría de los pasajeros estaban en sus habitaciones y comenzaba el turno para aquellas personas que se ocupaban de la nave a altas horas de la madrugada. San y yo fuimos hasta el dormitorio, cuando llegamos nos encontramos con Yuuki dentro. El chico se había rendido ante el sueño, recostado sobre su cama como si el cansancio estuviera posado sobre todo su cuerpo. Los ojos de San demostraban lo conmovido que él estaba al verlo de esa forma tan apacible. Me preguntaba si siempre habrá sido de esa manera, si siempre lo había mirado con aquella devoción. Creo que por primera vez, tras recordar, me di cuenta de que habían tantas expresiones que denotaban la adoración que había de San hacía los actos de Yuuki que, me sentí un completo idiota por no darme cuenta antes. ¿Qué pasará cuando Yuuki se entere? A pesar de que el peliazul dijera que no deseaba que el rubio se enterara, tarde o temprano él lo sabría.
Por otro lado, recuerdo que aquella noche tuve un extraño sueño, uno de esos sueños que se tienden a confundir con la realidad. Iba caminando por un pasillo muy largo, tenia ventanas por ambos lados por lo cual un era capaz de ver el mar y los seres marinos en su hábitat, era hermoso. Sin embargo, de pronto las ventanas se reducían hasta transformarse en sólo una pared. El pasillo se volvió oscuro y sentí miedo, pero entonces alguien tomó mi mano. No lo oía, pese a ello, sé que me decía que quería ir conmigo, aún así, sentí como me soltaba y, al mirar a mi lado, no había alguien ahí. Sé que en aquel sueño gritaba un nombre, lo llamaba con desespero, fue entonces cuando desperté. Yuuki y san estaban frente a mí, mirándome con gran sorpresa.
Por otro lado, recuerdo que aquella noche tuve un extraño sueño, uno de esos sueños que se tienden a confundir con la realidad. Iba caminando por un pasillo muy largo, tenia ventanas por ambos lados por lo cual un era capaz de ver el mar y los seres marinos en su hábitat, era hermoso. Sin embargo, de pronto las ventanas se reducían hasta transformarse en sólo una pared. El pasillo se volvió oscuro y sentí miedo, pero entonces alguien tomó mi mano. No lo oía, pese a ello, sé que me decía que quería ir conmigo, aún así, sentí como me soltaba y, al mirar a mi lado, no había alguien ahí. Sé que en aquel sueño gritaba un nombre, lo llamaba con desespero, fue entonces cuando desperté. Yuuki y san estaban frente a mí, mirándome con gran sorpresa.
- ¿Jin? –Preguntó San observándome con insinuación – Yo recuerdo ese nombre – Agregó mientras Yuuki soltaba una tenue risa y mi cara se sonrojaba con levedad –
- Ya, basta – murmuré malhumorado ante la situación -
- Vamos Anzi –dijo Yuuki – ¿Qué pasa con ese Jin? Debe ser importante para gritar “Jin!” – dijo gritando el nombre mientras San reía – y despertar sudando. ¿O es que ya no confías en nosotros para contarnos que ocurre?
- Ya, basta – murmuré malhumorado ante la situación -
- Vamos Anzi –dijo Yuuki – ¿Qué pasa con ese Jin? Debe ser importante para gritar “Jin!” – dijo gritando el nombre mientras San reía – y despertar sudando. ¿O es que ya no confías en nosotros para contarnos que ocurre?
Yuuki me ponía entre la espada y la pared, siempre ha sido bastante bueno en eso, y él se daba cuenta, su cara de triunfador lo decía todo. Solté un suspiro en son de derrota y finalmente les conté a ambos lo que sucedía. Ellos me miraban algo sorprendidos pero, al final, terminaron actuando situaciones embarazosas ente Jin y yo. Poco a poco empecé a molestarme así que me fui a vestir. Desde el baño podía oír las voces de los chicos intentando imitarnos, y eso siguió así hasta que salí del dormitorio. Tras retirarme de aquella habitación, caminaba por los pasillos y comencé a darme cuenta que aquel suceso matutino había apaciguado el ánimo de San hacía Yuuki, y eso me alegró. De pronto me exalté al escuchar un nombre.
- ¡Jin! –Exclamaba una voz femenina – ¡Jin!
Al instante sentí como alguien chocó conmigo, miré hacia mi pecho y lo divisé levantando la mirada. Seguramente fue una cosa de segundos pero, yo sentí que duró horas. Su mirada, tan encantadora, pero que esta vez estaban cubierta de lágrimas.
- Ayúdame –Susurró por lo bajo –FuLl MoViEs
MoViEs To mOvIeS
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