Su fría expresión me paralizaba un poco, no podía ocultarle nada, de todas formas sabría si mentía.
- ¿A qué te refieres con esa pregunta? – Acabé por preguntar -
- Sabes de qué hablo. En primer lugar, lo trajiste a esta casa sin dar aviso…
- El punto era acercarme ¿no? Conocer los secretos de esa familia, tengo que darle confianza –me excusé al segundo –
- Bien, sí… puedes dejarlo entrar a esta casa –dijo poniéndose de pie. Se acercó a mí y aquello me turbó, dejándome sin reacción – Pero, tú lo estás dejando entrar a otro sitio y lo sabes
- Oh! Vamos! Kaji… eso no es cierto, sólo hago mi trabajo. Además ¿qué sabes tú?
Él sólo arqueó una ceja, aun mirándome con seriedad. Yo dejé salir aire por mi boca y me acomodé en el sofá.
- De acuerdo, Kaji… no voy a poner en riesgo a la organización, ni mi trabajo. Sabes que puedes estar seguro de eso.
- ¿Y qué pasará cuando ya no tengas una meta? ¿Entonces si pondrás en peligro todo eso?
- ¿De qué estás hablando? – cuestioné completamente intrincado por esas preguntas -
- Sólo recuerda lo que acabas de decir, no nos pongas en riesgo –dijo en busca de la puerta para irse -
- Espera, Kaji! – Salté del sofá para ir tras él y sujetar su brazo –
-¿Qué? – Exclamó con seriedad –
- No te vayas así ¿por qué estás tan enojado?
- Porque, hace unos días estabas decidido a hacer lo que debías, a seguir las reglas, y ahora apenas si te has reportado. Pero imagino la razón, no has logrado nada… nada útil para nosotros, al menos.
- No digas tonterías, sabes que estoy comprometido con esto.
- No es cierto, y lo sabes bien. Pero te daré una razón para estarlo. Al parecer esta familia tiene relación con lo que le ocurrió a tu madre.
Cuando Kaji terminó de hablar me quedé congelado, boquiabierto, incluso algo triste. Tragué saliva mientras mis ojos se desviaban al piso. Un leve escalofrío recorría mi cuerpo y el rostro de Ikuma aparecía en mi cabeza, sin darme la oportunidad de unir cabos sueltos sobre aquel hecho.
- Espero, de verdad, que estés comprometido con esto. Porque, por lo que aparenta, realmente tiene mucho que ver contigo –decía el rubio preparándose para salir –
- Esa es la razón entonces… -susurré sin quitar la mirada del suelo -
- ¿Perdón?
- Sobre… que pasará cuando ya no tenga una meta –terminé de pronunciar alzando la vista hasta encontrarme con los ojos de Kaji-
- De ser verdad ello, ya no tendrás un propósito para seguir con nosotros, y más aún… si ellos están involucrados con ese hecho, ¿dejarás en la vulnerabilidad a Ikuma?
- Él…
- Él es parte de esa familia, y aunque no quiera, es quien ahora desarrolla muchas de las “obras familiares”. Te equivocaste al no hacer las preguntas precisas. Enmiéndalo –acabó por sentenciar y salió por la puerta principal-
Me mantuve de pie varios segundos antes de reaccionar. Posteriormente, llevé mi cuerpo hasta el balcón y me quedé mirando el paisaje… mi respiración estaba algo agitada, y mis ojos se cristalizaban lentamente. Inconscientemente empuñe mis manos a lo que mis dientes presionaban mi labio inferior. Me detuve al sentir un fuerte dolor en mi boca. Entonces me froté el rostro con las manos y di un largo y lento suspiro.
- Al final, debo enmendar mis errores y hacer lo que debo hacer – pronuncié sacando un cigarrillo del bolsillo de mi pantalón. Lo prendí y fumé hasta que mi mente fue invadida por expresiones de mi madre. Dios, cuantos años deseé estar junto a ella. Oírla, verla, sentir sus caricias, o al menos… saber cómo y por qué había muerto.
Hundí lo poco que quedaba de la columna del tabaco quemado en un cenicero ubicado en una pequeña mesita en una esquina del balcón y entré en el departamento. – Te prometo, que descubriré lo que pasó y ellos pagarán… lo prometo, mamá.
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FuLl MoViEs
MoViEs To mOvIeS
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