
Correr, una palabra descrita como la acción de andar rápidamente, pero con tal impulso que, entre un paso y otro, quedan por un momento ambos pies sostenidos en el aire. Sin embargo, con aquella velocidad, no creo que exista quien se haya dado cuenta de que queda ese instante en que no dependemos del suelo. Yo por lo menos, no percaté eso.
Sí, la verdad es que tuve que correr, pero eso se debió a que me seguían. No digo que el que lo hicieran era injusto, quizás si lo merecía, pero no soy la clase de persona que desprecia su vida. Bueno, en realidad no lo hacía… hasta que lo conocí, hasta que conocí a la persona que me hizo ver lo terrible que era, aun así… eso provocaba que conociera más de mí y que fuera un poco más sensible.
¿El comienzo? Ya lo dije… corriendo, corría lo más rápido que podía, era invierno y la helada nieve golpeaba mi cara con pequeños copos, una brisa muy fría me empujaba para retroceder, pero aun así debía seguir. A pesar de esto, en un instante oí un fuerte estruendo proveniente de una pistola, la bala rozó mi cuerpo, al menos eso pensé… aun así sentía que sangraba un poco más arriba de la altura del oblicuo externo del abdomen. Seguí corriendo, hasta sentir que me perdían de vista, la adrenalina no dejaba detenerme por un simple dolor. Sin embargo, después de varios minutos me encontré a unos pocos metros de una casa, me apoyé en un árbol; agotado, con la vista nublosa, apretando la herida que sangraba con mi mano izquierda mientras con la derecha me sostenía del árbol a mi lado. Vi como un chico se acercaba a mí apresurando su paso. No pude ver cómo era, caí rendido ante la extenuación.
Desperté confuso en una cama, bastante acogedora. Cuando reaccioné me di cuenta de que estaba en un sitio realmente extraño, un cuarto de color claro, sin muchos adornos; miré hacía mi lado y allí estaba sentado en una pequeña silla un chico que me dejó sorprendido… era realmente hermoso, ojos almendrados de color azul, cabello rojizo… tan brillante y su piel tan clara. Por un instante pensé que me hallaba en el cielo junto a un perfecto ángel, si hasta su voz era tan pacífica.
- Por fin despertaste, ¿cómo te sientes? – decía mientras yo me sentaba en la cama –
- ¿Dónde estoy? - respondí mirando cada espacio de la habitación –
- Am… en mi cuarto. Soy Kazuki…
Me quedé en silencio aun observando el lugar.
- ¿cuál es tu nombre? – preguntó algo ansioso –
- Mm Byou – respondí mirándolo a la cara –… me llamo Byou. ¿tú me salvaste?
- Am… bueno… algo así. Te vi desvaneciéndote, te traje aquí y con mi hermano curamos la herida en tu cuerpo. Sacamos la bala
- Bala – dije percatándome de que mi abdomen estaba todo vendado – ya veo… la bala si me alcanzó. Gracias…,… espera! Dijiste ¿tu hermano?
- Sí, eso dije
- Oh… debo irme… no quiero causarles problemas
Al señalar esto último intenté levantarme insatisfactoriamente, pues mi herida, al parecer, era más que un simple roce, como lo había pensado en primer instante.
- Hey tranquilo!, debes descansar
- Debo irme… o les causare problemas
- Está bien no te preocupes
- ¿Qué hace él aquí aun? – dijo una voz distinta, algo molesta –
Miré hacia la puerta y lo vi, un chico no muy alto, de cabello castaño, ojos más grandes que los de Kazuki, de color café claro.
- Ah… Jin! Él es Byou, Byou él es mi hermano menor Jin
- Es un placer… Jin
Él solo se quedó mirando desafiantemente. Kazuki se levantó y fue a hablar con él. Yo podía oírlos.
- ¿qué hace aquí?
- Jin, acaba de despertar
- Insisto ¿qué hace aquí?, si despertó debería irse ya
- Jin…
- Solo nos traerá problemas!
- Jin… escúchame
- Tú escúchame! Estas cosas siempre terminan mal
El menor se fue enojado de allí y Kazuki con una amable sonrisa solo me indicó que descansara.
- No puedo evitar preguntar qué le pasa
- Bueno… la verdad es que éste no es precisamente el mismo día que te encontré
- ¿qué? No entiendo
- Pues, llevabas dormido como dos días
- ¿Eh?!!! ¿Dos días?!
- Sí, te encontré hace dos días en la nieve, te curamos en el garaje porque estaba más cerca, pero a las horas después unos hombres de negro diciendo ser de la policía preguntaban por un chico con tu descripción, nos dijeron que habías hecho algo malo, indagaron por la casa, pero no pudieron hallarte.
- No les dijeron que yo estaba aquí, ¿por qué?
- Jamás les he creído, es decir, ellos dicen que algunas cosas están mal, pero la verdad sólo es malo para ellos… no para todos.
- ¿Y qué es lo que le molesta a Jin?
- Cuándo éramos pequeños, pasó algo similar, un chico se escabulló en nuestra casa, nosotros no lo sabíamos, pero lo encontraron en nuestra casa, así que castigaron a nuestro padre por eso. No lo volvimos a ver.
Me quedé impresionado por su declaración.
- Aun así… me dejas aquí… después de eso
- No tengo miedo de cuidar a un hombre herido. Aunque Jin lo tenga, sé que en el fondo haría lo mismo, además aunque mi padre supiera que él estaba allí… estoy seguro lo habría ocultado de todas formas. Por favor no te preocupes por Jin, puedes quedarte el tiempo que quieras.
- Gracias, Kazuki
Kazuki, era una persona sin duda muy amable, era atractivo, con esa primera impresión, me gustaba.
/a>
FuLl MoViEs
MoViEs To mOvIeS
XXX +24 <
Post a Comment